No estoy prendiendo un ventilador, y lo que estoy escribiendo lo estoy
en base a experiencias propias y de otros, tal haya algo de
exageración en lo que me han dicho a nivel de tertulia, Pero hay un
gran fondo de verdad al final de todo, y tal vez, y es lo mas normal
algunos no estarán muy de acuerdo en todo lo escrito aquí, otros no
les importara y a otros les aburrirá.
Y lo que estoy escribiendo lo hago desde el punto de vista de lo que
se vive en Nigeria y algunas zonas de Africa, pero en el nuevo mundo y
Europa no es muy alejado todo lo narrado.
Hay una iglesia en América que protagonizado amplios escandalos como
lo es una organización que llama a parar el sufrimiento, hace años
robaron una de sus sedes en Venezuela y el mismo fue millonario, y en
Brasil tiene demandas judiciales de varios tipos.
Pero prosigo, deje en el aire una pregunta, sobre si la brujería era
la adoración de los objetos fetiches y de idolos...
Nosotros en una amplia gama de variedad servimos a los dioses
africanos, en el nuevo mundo incluso, con algunas variaciones se hace
igual con variado sincretismo, y adoptados a la geografía donde estan
asentados, con sus sacrificios a través de intermediarios y su
parafernalia... y esto será lo mas suave que escucharemos, si acaso lo
escuchamos.
Pero ¿qué hacen los cristianos en general, cuando dicen una misa que
esta llena de dioses subordinados, tales como: San Miguel, San Pedro,
St. Paulo, St. Judas, el Arcángel, la Virgen María, Jesús Cristo,
etc?... Los cristianos dicen que no creen en los antepasados, pero que
son sus santos muertos y Jesús, a ellos?
Los cristianos dicen que no creen en la reencarnación, pero están
esperando indefinidamente el retorno de su antecesor, Jesús.
En la Iglesia Católica, por ejemplo, el proceso de reconocimiento de
un santo no ha cambiado desde el siglo 16. El primer paso,
beatificación, requiere al menos un milagro confirmado. la
Canonización como la declaración final de la santidad requiere por lo
menos uno más milagros confirmados. Y para que estas manifestaciones
al menos hay que invocarlos, prenderle una vela y ofrecerles algo.
Y esos si son milagros, no son brujería...
Los cristianos portan medallas, cruces, crucifijos, rosarios y otros
objetos de su religión como colgantes, comen la carne y beben la
sangre de Jesús en la Sagrada Comunión; usan salmos envueltos en
bolsas de plástico, usan escapularios encantados, encantamientos
hechos de pedazos de tela, para llevar sobre sus cuerpos o en sus
vehículos como talismán; rocían la sangre de Jesús en todo los lugares
o se bañan con ella para protegerse de las fuerzas del mal; convierten
el agua en bendita y santiguan con ella a todo y a todos, colocan sus
Biblias bajo su almohadas y las cruces en sus paredes para protección;
se arrodillan ante sus sacerdotes y fetiches, hacen retiros con
regularidad para las vigilias, para rezar y cantar sin parar apretando
los rosarios, dijes, y otros símbolos religiosos de sus antepasados
(santos, Jesús, el Señor, etc); van en peregrinación a sus tierras
sagradas para tocar y besar las piedras, las paredes, o la adoración
de ríos y montañas.
Y cuando los seguidores de la fe tradicional de África en cualquiera
de sus denominaciones, como Sango o Amadioha o cualquier otro, hacen
estas mismas cosas para sus deidades, los africanos y sus seguidores
en la diáspora son descritos como seres fetichistas. Y a la hora de la
verdad, TODOS están en la base de los rituales de brujería, la única
diferencia es que mientras uno se basa en lo artificial o por los
objetos (como el pan, el vino y rosarios), el otro sigue siendo fiel a
los elementos naturales, y todos sabemos que es más potente.
Este escrito viene por lo hablado brevemente con el joven Oluwo
brasileño, que me indico sobre los constantes ataques que sufren las
diversas denominaciones afrodecendente allí en su tierra natal de
Brasil, a pesar del auge y el boom que tiene la religión de nuestros
antepasados africanos.
A donde quiero llegar con toro lo escrito, a un razonamiento simple,
muy simple, y es el hecho que considero que una de las causas que
tienen que ver con ese ataque feroz a la diáspora brasileña tiene que
ver, con la debilidad que los detractores ven en nosotros, al ver que
nos atacamos, nos agredimos, que secciones y personas que se mantienen
en plena pugna por situaciones culturales como la mujer en Ifa, por
mantener un supuesto liderazgo religioso, cuando ven que uno llama al
otro estafador, y al que llaman estafador erige una bandera de
supremacía llena de cargos y rango como un general en batalla, cuando
ven que uno que mi Ifa es mejor que el tuyo, cuando ven que hay gente
que asume posiciones al parecer irreconciliables.
Todos estos detallitos es un gran caldo de cultivo, que aunado a otras
cosas no ventiladas y sobreentendidas permiten el ataque certero y
consuetudinario a una rama especifica, que se mantiene por moral y
amor luchando en la fe.
Y este problema que a lo mejor algunos tomen a la ligera y como un
elemento aislado es apena un grano de arena ante los tantos problemas
que debemos resolver entre todos nosotros, comenzando por el debido
respeto que debemos darnos de manera natural y espontánea.
Nuestra naturaleza y misión está enraizada en el misterio de la
naturaleza, en los misterios del universo que se nos van develando en
menor a mayor cuantía a cada uno de nosotros. Hasta el punto de que
existe porque Dios en su sabiduría infinita ha querido llevar a
cabo su plan sobre la humanidad a través de un "pueblo reunido en la
virtud de la unidad". Y si queremos comprender su naturaleza hemos de
centrarnos en su constitución que llamamos Ifista y que es común a
todos.
Dios creo el mundo bueno, lo creo bajo la doctrina esencial de que
todos somos buenos, y de que el mundo es un sitio bueno para vivir, lo
que indica que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al
conocimiento de la verdad y, en consecuencia, decidió en su suprema y
única inteligencia, en su sabiduría y bondad infinitas revelarse a sí
mismo y manifestar el misterio de su voluntad a través de sus
diputados que llamamos Orisas y de Ifa.
Sabemos que un awo solo no hace nada... Y es verdad que tenemos que
luchar por lo que creemos que es justo, pero juzgar los motivos de los
que se oponen a nosotros resulta una actitud innecesaria y extenuante
producto del recelo, no de la fe. Podremos oponernos a las decisiones
y acciones de nuestros hermanos y hermanas, pero hay que saberlo
hacer, si nos regocijamos en condenar a sus personas, moradas del
espíritu, estaremos traicionando las enseñanzas encontradas en el
cuerpo de Ifa. Esos que de forma imperceptible dirigen el desarrollo
de nuestra civilización nos observan para saber qué hacemos con
nuestros "talentos", y si los enterramos para tenerlos "seguros" o los
desatendemos para enfrentarnos no solo al mal sino entre nosotros
mismos, que se provocara en los lectores y observadores,... en lugar
de tratar de vencer el mal con el bien, nuestro don se escapará de
nosotros y se irá a quienes sepan responder de él con mayor sensatez.
Ifa constituye nuestro "talento" y no pertenece a ningún ser humano ni
a ningún grupo de seres humanos. Se nos confió con el fin de
engrandecer a nuestro planeta. Sus fiduciarios somos todos los que
sabemos que esto es verdad, y que hemos asumido la responsabilidad de
divulgar la realidad y la esperanza de Ifa a todo el mundo, a pesar de
estar en desacuerdo sobre la supuesta mejor forma de hacerlo. Una casa
dividida contra sí misma no puede sostenerse de pie, como tampoco lo
puede aquella que se ha cimentado falsamente.
Siendo realistas, lo único que podemos exigir de nosotros mismos es,
sin embargo, sinceridad y una dosis apropiada de humildad, no un
discernimiento perfecto. Cuando tenemos algún conflicto con los demás,
tal como el que existe actualmente en la comunidad brasileña, no tiene
por qué haber siempre una confrontación directa. A veces es importante
enfrentarse a la discordia, pero existe otra opción mejor, si nos
decidimos por ella con honestidad: podemos transformar esos conflictos
si nos concentramos en los valores y carencias que subyacen en lo
profundo de tal fricción.
La falta de honestidad, la manipulación y los intentos por reclamar
una arbitraria autoridad sobre los demás tienen que verse y condenarse
por lo que son, pero permitir que esos delitos espirituales nos
distraigan de forma innecesaria de cosas más importantes nos infringe
un gran daño. la defensa argumentativa de cualquier proposición es
inversamente proporcional a la verdad que contiene. La verdad no se
encuentra en nuestros juicios personales sobre los demás sino en la
calidad de nuestra hermandad, que incluye a aquellos con los que
estamos en desacuerdo, especialmente con los que menos nos gustan.
Tanto acusar a otros como evitar la confrontación tienen también su
peligro, claro está, cuando adoptamos una actitud de superioridad. La
clave para saber si hacemos lo uno o lo otro es preguntarnos si
estamos o no a la defensiva y sin recelo, y si la energía que nos
motiva a actuar es "entusiasmo espiritual. El hecho de que este
entusiasmo pueda convertirse en fanatismo no debe llevarnos a creer
que es pernicioso en sí mismo, ni que podemos prescindir de éste para
seguir a Ifa de verdad.
Obviamente no somos Orunmila, y no podemos engañarnos pensando que
estamos "por encima de todo". No todos los conflictos son
insignificantes, tampoco. Nuestras fricciones no son nada comparadas
con el potencial que tenemos como comunidad, si verdaderamente nos
consideramos comunidad, pero pueden resultar un impedimento si les
prestamos una excesiva atención. No podemos dejarnos llevar por el
pensamiento de que las cosas del mundo --como por ejemplo los pleitos
judiciales- representan una seria amenaza para nuestra misión en aiye,
teniendo en cuenta de que todavía dicha misión está por descubrirse y
definirse con claridad cada dia, y que depende del mismo
descubrimiento y definición de nuestra propia comunidad. Mucho más
perjudicial es el recelo y sus consecuencias: la sospecha, la duda, el
prejuicio, la cortedad de miras, la impaciencia, el desconocimiento
mismo, la ambición, la sed de poder, la tendencia a la enemistad, los
celos y la servidumbre a una arbitraria autoridad humana.
Pero el recelo y sus consecuencias y todo lo antes indicado, todo lo
negativo, ejercerían poco poder si estuviéramos unificados como
comunidad, como familia extendida, si formáramos una familia auténtica
capaz de aceptar una sincera desavenencia y hacer de ésta el motivo de
una unión más profunda. Si lo deseamos verdaderamente, de cada uno de
nosotros puede brotar, desde ahora, un entusiasmo que desvanezca la
ansiedad y la hostilidad y las sustituya por el inmenso gozo de la
lealtad a la voluntad y consejos de Ifa. Como comunidad, podemos
ayudarnos unos a otros para dejar a un lado nuestro recelo y la
animosidad que genera, y encontrar una calma de la que brote esa
innata pasión divina a la que espiritualmente tenemos derecho, esa fe
que consuma nuestra inacción, esa certidumbre y ese divino entusiasmo
que sobrecogió de pies a cabeza a cada uno de nosotros en nuestras
diversas iniciaciones.
Tal pasión espiritual es el preludio del eterno éxtasis de nuestra
fusión, y requiere de nosotros lealtad y cuidado constantes. Es
necesario también que tengamos presente que es como una familia como
se fusiona nuestra comunidad, que ese es el propósito de Ifa para
nosotros, así lo comprendió Oduduwa y así lo manifestó en acción en su
mandato, y funciono, así que debemos comenzar a caminar juntos bajo
ese mismo horizonte. No podemos realizar la voluntad de Olodumare Dios
si pensamos en el futuro con ansiedad por los errores que hemos podido
cometer y por el daño que nos hemos causado. Es mentira que sólo las
actitudes de avance y progreso son reales desde el punto de vista de
una sola persona. La única amenaza seria a nuestra misión en la tierra
es nuestra duda personal realmente, y esta misma duda llevarla a la
colectiva.
No siempre se asocian palabras apasionadas o extáticas a una comunidad
saludable, espiritualmente hablando. Pero cuando nuestra fe es real y
fuerte, tanto como familia como seres individuales, estos adjetivos
son apropiados, especialmente si le añadimos otro: tranquilidad. El
éxtasis espiritual genuino se asocia generalmente con una gran calma
exterior y con un dominio emocional casi perfecto, ya dejaría de ser
iwa pele, para ser Iwa Rere.
Los problemas con los que nos encontramos en la vida y en nuestras
relaciones con los demás son reales; sin embargo, si disfrutamos de
esta calma con una pasión que llegue a abrumarnos, nos daremos cuenta
de que nuestras dificultades van a ceder sin esfuerzo y sin
ansiedades. En contraste con el vacío que conlleva nuestro deseo de
evitar o no evitar entrar en conflicto, esta pasión es capaz de
transformar las dificultades porque las dispone en una perspectiva de
cosas más amplias. La crisis nos abre la posibilidad de crecer y de
servir.
Intentar excluir de nuestras vidas gentes, ideas o cosas genera
tensión, ansiedad y preocupación constante, porque nos concentramos en
aquello de lo que queremos librarnos, como el marinero inexperto que
mira fijamente al mar agitado, causa de sus mareos, y lo único que
consigue es sentirse más mareado. Si por el contrario alzara la vista
al horizonte, vería las olas, pero encontraría un sostén ante la danza
marina circundante, un ancla que le daría el equilibrio perdido.
Conocemos bien cual es nuestra ancla, se llama Ifa, utilicemosla, es
el momento de unirse, es el momento de que se nos respete, no somos
los únicos brujos, seamos hermanos, paremonos y estemos ya de una vez
preparados pasa ser contados...
Larga vida y bendiciones a todos, larga vida y bendiciones a los
hermanos en todas las denominaciones de Brasil.
Aase
Atayese
Isese Agbaye
Ode Remo/Ogun State
Nigeria.
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