Todo aquel que pertenece a la clase religiosa de isese, la religión de
nuestros ancestros en cualquiera de sus denominaciones debe primero
que nada comulgar con la Vida, aún antes de su nacimiento, y esta es
la primera convicción que se debe tener de sí y la forma como se
concibe el orden, el comienzo del orden, es decir, el origen, que para
la mente nuestra es la conciencia humana sabiendo que el caos existe,
y en ese mismo instante comienza el orden, porque orden no es
estratificación, ni nivelación, ni clasificación, si no conciencia
clara de que todo puede ser transformado, todo cambia...
Debemos tener una convicción personal de la verdad, de la honestidad
que con excesiva frecuencia se prescinde llegada la hora de la
interpretación de textos, procedentes o creados, elaborados, no según
un proceso acumulativo, sino originales, pero transmitidos de linaje
en linaje, de generación en generación hasta nuestros días, documentos
o textos que nos proporcionan la posibilidad de adentrarnos por las
mismas entrañas de nuestras variadas culturas mal llamadas primitivas,
y que, cuando se trata concretamente de las que constituyen el cuerpo
doctrinario recopilatorio de las actividades isese y hasta en sus
formas de expresión actuales, deben considerarse como formas de
expresión que denuncian una disposición de la inteligencia que el
racionalismo occidental en modo alguno puede jamás comprender, al
menos desde el punto de vista occidental como tal.
Para acercarnos con fruto, discernimiento y clarividencia hasta la
entraña de la esencia religiosa de nuestros antepasados en la parte
africana o yoruba , debemos despojarnos de todo lastre occidental,
porque estas culturas que sólo ahora comienzan a interesar a los
estudiosos europeos y occidentales jamás pudieron ser homologadas,
bajo ningún aspecto, con otras culturas, que han sido el pasto de los
etnógrafos de la escuela occidentales y de los que siguieron las
pautas estructuralistas como Bascom, Lewis y otros .
Lo que no ha sido obstáculo para que algunos estudiosos
hispanoamericanos, que no voy a nombrar hayan caído en el vicio de
analizar la cultura religiosa africana con pautas procedentes de
sistemas filosóficos occidentales, que en modo alguno se forjaron
teniendo conocimiento alguno del pensamiento africano en su totalidad,
y que hasta, como es el caso de algunos "eruditos" que tampoco valen
la pena mencionar , negaron la validez del pensamiento filosófico
africano como criatura humana de pleno derecho y de cierta humanidad.
Esto lo vivimos cada dia, y no solo eso, muchos africanos también se
hacen eco de todo lo antedicho.
Estoy consciente de que este escrito equivale a salirse de los
márgenes prescritos por la lineal crítica literaria, y viene a romper
algunas reglas de juego, afirmar que sin la hermenéutica que nos
proporciona la psicología religiosa y, sobre todo, la fenomenología de
la religión no hay manera de penetrar o de conseguir un mínimo de
comprensión de la mentalidad Yoruba.
Ya es hora de que dejemos de considerar los datos que proporcionan
todos los niveles en los que se manifiesta la entraña medular de la
forma cultural yoruba, y concretamente Isese, como aquellos otros que
proceden de las literaturas o de las historias de las artes otras, de
las formas culturales que han alcanzado su plena personalidad bajo el
influjo de sus conciertos en el sentido musical de la palabra, de su
armonización, de su concedo y de los procesos de selección con otras
literaturas, formas y sistemas de pensamiento extrañas a la fuente.
Se muy bien y estoy consciente que sin esos procesos hubiera sido
imposible el boom —por seguir designado el hecho de manera inexacta.
Pero lo más importante, y es lo que hasta ahora se ha ignorado, es que
esos procesos son la justificación misma de la diversidad matizadísima
de formas de cultura occidentales, mosaico de expresiones mentales que
no sólo era como un entramado —pensemos en la transculturización entre
los aborígenes africanos esclavizados de diferentes tribus y naciones—
que sostenía la variedad posible, sino que precisamente en la medida
en que los intercambios y los cambios sustanciales profundos y
consiguientes se producían, se puede hablar de una unidad sustantiva
de todas las culturas negras africanas, como de sus manifestaciones,
realidades y forma de estar presente en la red de modalidades de
culturas de nuestro actual momento y hora.
Todo ello, o con otras palabras se ha llegado al estado actual de los
supuestos estudios profundos que envuelven a Ifa y todo lo que
representa la "Religión" de nuestros antepasados -ISESE- —porque
dentro de esta denominación hay que integrarlos a todos— que merecen
las diversas formas desarrolladas en América latina en general y
Brasil, insertas en un contexto de lo más cambiante, como es la
realidad hispanoamericana hoy, porque por un lado tiende al estatismo,
mientras que dada esa realidad compleja no puede hurtarse a la
dinámica irreversible que le imponen las tensiones de nuestro mundo
moderno, moderno y actual, aunque agonizante.
Se ha llegado a este estado en los estudios americanos —no incluyo en
modo alguno los Estados Unidos— porque tiene su propio proceso de
conducirse a la comprensión de los tiempos cosmogónicos, precisamente
a través no sólo de textos literarios, sino de una extensa presencia
africana que deja un testimonio de clara conciencia de estar en el
mundo para realizar una misión; esto me ha determinado a que se haya
prestado más atención a lo diferenciador entre las formas mentales y
de expresión de culturas que a lo que de común existe en todas ellas.
Todavía no se ha reconocido que hay mestizaje religioso, que debe ser
no sólo una realidad etnográfica, sino la denominación de la dinámica
sin fin de América latina y Brasil.
Teniendo en cuenta que hay un alcance universal en el tiempo y en
espacio del mestizaje, se hacen más verdaderas expresiones que caen en
simbolismo olvidados como: "Débense emplear todos los medios posibles
para ensanchar los límites de lo cierto a expensas de lo dudoso."
Si
no fuera ridículo, sería triste el espectáculo de muchos expertos
eruditos que no enseñan nada a nadie y crean confusión para su
beneficio, creando guerras de guerrillas absurdas para mantener
alejado de sus propias fronteras espirituales, a aquellos que han
jurado ayudar, y que se vuelcan en esfuerzos inhumanos y
deshumanizantes sobre las personas necesitadas de ayuda y
conocimiento, haciendo ver, haciendo creer en el acerbo de sus
conocimientos los límites únicos del conocimiento que sobre lo
religioso, sobre lo africano, sobre Orisa/Ifa, puede poseerse, sin
tener en cuenta la opinión de aquellos otros, sus antecesores, en tal
disciplina o simple método de trabajo, que vera más enriquecida su
inteligencia de conocimientos históricos y de análisis de textos,
pues Orisa/Ifa "no sólo son expresiones de ideas, son relaciones
metafísicas", lo cual, en verdad, no puede ser ni siquiera considerado
ni tenido en cuenta por los occidentales al uso, pero no por ello deja
de ser un axioma previo para conseguir la plena comprensión de los
barruntos de conocimiento certísimo por parte de los estudiosos de una
profundidad insospechada y única —y lo digo sin apasionamiento alguno—
de las formas mentales, religiosas y de cultura de la realidad
occidental que no tiene límites en su validez dentro de la cronología
vivencial de Isese.
Tal vez algunos crean que estoy exagerando, y este es el primer
capitulo de un articulado que les traeré por parte, y que deseo que
seamos interactivos, bajo el paraguas del respeto y la conciencia.
Suyos en la verdad...
Atayese
Isese Agbaye
Ode Remo/Ogun State
Nigeria.
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